martes, 9 de junio de 2009

LA JUVENTUD Y SUS CONCEPTOS

Hoy me he puesto a meditar, recordando mi clase de Aula Abierta y he llegado a la conclusión que la juventud no es talmente una época de la vida, es decir; es un estado mental. No consiste en tener mejillas sonrosadas, labios rojos, abundante cabellera y piernas ágiles. Es cuestión de voluntad, de espíritu; implica una cualidad de la imaginación; un especial vigor de las emociones; es la frescura de las profundas fuentes de la vida lo que observo en muchos de mis compañeros.

Juventud es el predominio temperamental del arrojo sobre la pusilamidad de los apetitos; del impitu aventurero, la creatividad, lo positivo y las esperanzas sobre el apego a la comodidad y la apatía. Esta actitud a menudo se encuentra más en un hombre-mujer de 60 años que en un joven de 20 años. Estimo que nadie envejece meramente por el número de años que ha cumplido. Envejecemos cuando desertamos de nuestros ideales.

Los años pueden arrugar la piel; pero cuando se renuncia al entusiasmo la salen arrugas y se les seca el alma. Las preocupaciones, el temor, la falta de confianza, el afán de logros en uno/a mismo, encongen el corazón y aniquilan el espíritu y las perspectivas de los que nos rodean.

Lo mismo a los 60 años que a los 18, en todo corazón humano palpitan el ansia por lo maravilloso, por los retos el constante apetito como de niño por lo que ha de venir y la alegría , valor, decisión y fuerza, tanto de los seres humanos como del infinito, seguirás siendo joven.

Cuando se abatan tus antenas, cuando las nieves del cinismo y el hielo del pesimismo cubran tu espíritu, entonces sí habrás envejecido, aunque sólo tengas 30 años. Pero mientras tus antenas sigan en alto y firmes, dispuestas a captar las ondas del optimismo y perspectivas, hay todas las esperanzas de que mueras joven aun cuando seas octogenario. Este es un mensaje optimista y positivo de nuestro "cole". Os invito a pensar...ya me contaréis, ¿vale?